Mirad que cosas tan bonitas hace la gente por ahí.
Maggie restauró esta mesa-revistero de una forma sencilla y creo que el resultado es una pasada (a mí me encanta). Esta es la mesa original:
Lo primero que hizo es limpiarla bien, lijarla con una lija suavecita para quitarle lo que le queda de barniz y después darle una mano de imprimación:
Una vez seca la imprimación la pinta de azul, por lo que veo con pintura mate:
Y después le pega encima unos trozos de papel pintado a las dos tablas que forman lo que es la mesa, que no se de dónde habrá sacado pero me parecen preciosos:
Antes de pegar el papel lo ha "estropeado" un poco para que tenga un aspecto más antiguo... y ¡listo!
Definitivamente ha quedado chulísima. Cualquier día empiezo a robar muebles de casa del abuelo y os los devuelvo hechos una obra de arte. Besines